viernes, 12 de octubre de 2007
Peripecias de un Mexicano en busca de huevos...
Sólo a mi se me ocurre hacer una dieta de proteínas en este momento de escasez que vive Venezuela... Yo no puedo vivir sin huevos!!!... (no es choro...). Ayer en la mañana me armé de valor y optimismo y decidí ir al súper (si, si, al que voy siempre, donde dan las bolsas chiquitas, ese mismo....). Mi despensa ya pedía a gritos que la rellenara y en el refri solo había unos 7 Up light (¿o se dice "unas" 7 Up?...) pero pasó lo que tenía que pasar: no había huevos, no había leche... Oh gran desilusión!!!..... así que, con un poco de frustración a cuestas me dispuse a recorrer todos los supermercados circunvecinos a ver si con un poco de suerte encontraba aunque fuera media docenita del preciado producto.
Segundo súper. Nada. Pero eso si, si buscan angulas españolas importadas o algún tipo de pasta en especial "Made in Italy" ese es el lugar. Chocolates belgas (no maracuchos sino importados de Bélgica), vinos argentinos de todas las marcas posibles, salmón escandinavo o cereales gringos de todos los sabores y colores. Aqui me surgió otro dilema existencial (confirmado por Juanito más tarde): ¿qué coño hago yo con una caja extra grande de "Honey Bunches" si no me los puedo comer con leche?... La sensación que me causó fue extraña, era como encontrar una tienda de patines para hielo en medio de la Gran Sabana. En fin...
Para el tercer supermercado ya mis ánimos estaban deshechos... en este punto ya me conformaba con lo que fuera. Es más, estuve a punto de comprar dos cartones de huevitos de codirniz (de esos si hay....) pero desistí porque se me hizo poco práctico partir 30 huevitos y quitarles la yema a 20 para poder hacer un omelette... Cuando ya me iba a casa con el rabo entre las patas, vi como una marabunta de señoras con cara de haberse ganado el Kino corrían desesperadas por el pasillo número 6 y se dirigían hacia el área de lácteos. Corrí tras ellas pensando que era el huevero pero me equivoqué. Lo que había llegado al súper en ese momento era otro de esos preciados tesoros: azúcar. Como ya estaba hasta la madre de no haber podido comprar mis huevos, del puro coraje me compré dos paquetes de 2 kgs de azúcar blanca refinada "Montalbán". Yo ni me la voy a comer, pero por lo menos salí del súper con cara de éxito. Ya subido en el coche fui tramando un plan para intercambiar el azúcar que conseguí por huevos, pero mientras estructuro el plan, seguí los consejos de Juanito y metí el azúcar al banco, a ver si por lo menos me dá intereses...
En la tarde, habiendo escuchado la triste historia de mis huevos, mi querido JJ se compadeció de mi y me dio la mitad de los suyos (de los que tenía en el refri pues....), así que al menos tengo reservas para esta semana. Pero creo que ya encontré una solución a este problema: lo que voy a hacer es comprarme 3 gallinas y dejarles mi cuarto para que estén cómodas. Chance y con eso ponen más de 1 huevo diario...
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2 comentarios:
Definitivamnte, con todo y bolsas chiquitas, en este dia de la raza..... HAY QUE ECHARLE HUEVOS!!!
Somos los ricos huevos!!!!!!
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